Es el angel de la casa;
cocina plancha y asea.
Todo lo ajusta y compone
nos tiene lista la cena…
nos controla las lecciones…
y pone moño en las trenzas...
Con justicia salomónica
castiga a quien se rebela-
Tan habituados estaban
averla activa y serena
que no notaron sus alas
ralas, cansadas y viejas.
Era el ángel de la casa,
un ángel que ya no vuela,
que ha replegado sus alas
y todos llaman abuela.
- Autor: Yvette Nino ( Offline)
- Publicado: 4 de febrero de 2018 a las 10:23
- Categoría: Familia
- Lecturas: 98
- Usuarios favoritos de este poema: FENIZ, Vagabundo Universal
Comentarios6
es un poema de realidad, por ello hay que darle esa chispa a la vida, salir del circulo, de lo cotidiano, el romance es una buena y eficaz forma de hacerlo, aunque estés casado, o lleves como compañero una vida entera, nunca pero nunca debes renunciar a conquistar, a seducir, a enamorar aquella mujer que da todo por ti, es así que los ángeles se le cortan las alas, es así que la vida se tiñe de gris, por ello la vida es un viaje donde los colores y las risas son eterna el motor de la vida misma vibrar gozar saborear es vivir, NO HAY NADA MAS BELLO EN LA VIDA QUE VER A UNA MUJER SONREÍR ES UNA ESTRELLA EN UN UNIVERSO QUE DA LUZ como lo dijiste un Ángel. gracias por este viaje hermoso un abrazo fraternal su amigo Feniz
gracias FENIZ por tu respuesta .Yo no lo escribí pensando en la falta de interés en otras cosas.. Pensé en mi relación con los nietos. gracias por visitarme.
A veces para tomar distancia hablamos en tercera persona , hablando de nosotras mismas.
Somos abuelas pero aun no hemos plegado alas y nos queda mucho aun por volar.
Un abrazo fuerte Ivette
veo que me comprendes. Cansadas o no seguimos volando
Bello me hiciste recordar a mis abuelas que se peleaban por ganarse el cariño de los nietos, te dedico a vos y a todas las abuelas este sentido poema de Hector Gagliardi La abuelita.
ABUELITA (RECITADO)
Letra de Héctor Gagliardi
Grabado por el autor el 9 de enero de 1953.
Tiene la vista cansada
Como cansado el andar
Y ya se empieza a encorbar
Por los años agobiada
Su cabecita plateada
Que termina en un rodete
La peina tirante y fuerte
Apenitas levantada
Se quiere meter en todo
A pesar de que el doctor
Veinte veces le prohibió
Que trabaje de ese modo
Pero encontró el acomodo
De amasar para las hijas
Y los sábados en fija
Tiene harina hasta en los codos
Visita que hace a la nuera
Es visita de inventario
Abre roperos, armarios
Y en todos lados husmea
Y la otra que la espera
Esconde lo que compró
Porque peso que gastó
Origina una pelea
A los yernos los defiende
Del ataque de las hijas
Que nunca han sido prolijas
Que al marido no lo atienden
Y el otro que no la entiende
Se queda lo más contento
Y no sabe que por dentro
La vieja lo compra y vende
Está listo a cualquier hora
En defender a los nietos
Que siempre salen absueltos
Con tan buena defensora
Porque los hijos ahora
se olvidan de lo que fueron
Y al contar lo que le hicieron
Pasa a ser acusadora
Después saca unas monedas
Que tiemblan entre sus dedos
Pero al oír: ¡Caramelos!
Vuelve a cerrar la cartera
Y mientras todos esperan
A los padres le pregunta
Cómo ha sido la conducta
De una semana entera
Entonces viene el revuelo
Y al que dijo la palabra
Se le dibuja en la cara
La ve corta de un puchero
Y llora con desconsuelo
Pero entonces la abuelita
Le seca las lagrimitas
con la punta del pañuelo
Y si se queda a almorzar
Quieren estar a su lado
Y hay que comer apretados
Por no oirla rezongar
Y para desautorizar
Lo que la madre contó
Todo el mundo terminó
la sopa sin protestar
Abuelita, abuelita cachacienta
Que por riguroso turno
Vas visitando ese mundo
Que comprende tu existencia
Tu disculpable impaciencia
La justifica tu edad
Sos, sos la vida que se va
Con su carga de experiencia
Cuando veo tu figura
Siempre vestida a la antigua
Que al bostezar te santiguas
Con tu creyente ternura
Me siento más criatura
Y sin saber abuelita
Me dejás la monedita
De tu infinita dulzura.
Si la abuela ya no canta, ya no ríe
ha replegado sus alas
se han cansado sus manos
se ha acabado la historia.
Bonito poema dedicada a la mama.
Con cariño
JAVIER SOLÍS
Carlos Héctor,me haces un verdadero regalo. No conocía la poesía de H. Gagliardi y me hace feliz que lo mio te la haya recordado .
Javier Solís, cuando veo tu nombre en mis escritos me alegro mucho. En esta época de mi vida disfruto de estos detalles.
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