Eran pocos sus momentos de felicidad,
atrás ya había quedado esa dulce sonrisa,
que iluminaba su esencia,
eran sus momentos de casualidad,
en que ella sabía que pertenecía al mar.
Una noche, como dulce canto de sirena,
la niña se entrega al mar,
donde las historias de amor,
nunca se escribieron,
donde las olas van y vienen,
trazando dulces recuerdos.
Donde la arena borraba,
cada huella de sus pies a su destino,
cada huella de sus escritos que,
terminaban en un "te quiero".
Y donde cada noche,
la luna baila con el mar,
al compás del viento,
como dos amantes eternos,
reflejando un amor prohibido,
a los ojos de los mortales,
un amor secreto, silencioso,
un amor perfecto.
Ahora la niña volvía a sonreír,
con su tierna mirada,
esta vez llevaba una rosa,
tatuada en su pecho,
para darle a su amante,
cada noche de luna.
!!!
- Autor: Alluro ( Offline)
- Publicado: 4 de febrero de 2018 a las 18:44
- Categoría: Amor
- Lecturas: 75
- Usuarios favoritos de este poema: LAYA MIR MAR, Alberto Solak
Comentarios2
En tus versos muchas mujeres se verán reflejadas con la luz de la luna en el espejo del mar con la mirada cándida de su niñez con un corazón rejuvenecido del amor.
Saludos.
LAYA MIR MAR
Gracias LAYA MIR MAR, igualmente saludos.
Es una joya este poema, mil felicitaciones!
Hola Alberto muchas gracias. Saludos.
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