de consistir como un reflejo

burdo, inconcluso

.

Otra identidad, completa y cabal,

aguarda tras el rumor del sueño

Quizás se trate de algo

que no podré comprender,

pero, no albergo dudas en cuanto

a su presencia

.

Hay, ahora, un ojo sideral registrando

mi comportamiento

Sabe más de mí que la memoria por supuesta.                 

En cambio,

yo desconozco a qué atenerme,

cuáles reglas obedecer

.

He descubierto ese aspecto invisible

durante los insomnios que angustian,

y luego,

en el cuasi letargo post labor.

Después, al compás del reloj,

no puedo desalojar la imagen,

a veces angustiante, de ser objeto a examinar

.

Mas, me conformo especulando

que es mi fundamento incrementado

a la mayor potencia,

quien mira discurrir una parte suelta

mientras evoluciona entre el césped

del jardín que diluye bajo rocíos

.

La opción derrotista es aceptar

que sí hay vida después de la muerte,

y padre aún condena el vuelo

que esbozé cuando la renuncia

a sus designios