Anoche, mientras el alma, así, lloraba.
Entraron como bestias las oscuras
congojas; un desierto de locuras
me dió sed. Y entendí que yo te amaba.
Errante aún; tomé mi copa granate
de vino, donde suelo adivinar
mi dolor en las olas de tu mar.
Entendí que mi corazón no late.
Oh, qué pena! La noche en su armonía
y plenitud, soltó su abrupta queja;
y oí, que de mi sangre tan bermeja...
nació la juventud de una María.
Anoche, tan humano me he sentido;
que pude comprender tu lejanía.
La luna reflejaba a su María,
y un canto que decía : "amor perdido".
Derechos reservados de autor
David John Morales Arriola
- Autor: John Morales (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 6 de febrero de 2018 a las 11:03
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 43
- Usuarios favoritos de este poema: Isis M, Marc Tellez Gonzalez, John morales, David Arthur, María C., Paty Carvajal
Comentarios4
Eres tan, tan poeta que tengo que sentarme para que mis rodillas no me traicionen y termine en el suelo. Por Dios mi Jhonsito! que estremecedores tus versos que se degustan como la misma historia de un amor escrito con las entrañas.
Feliz martes, mi querido amigo, feliz martes y mi estrellita ahi, ya la tienes!
Siempre un gusto leer tu poesía fina John.
Saludos,
David
Oh que bella poesia, sentida e intensa
SALUDOS.
Tienes un don engastado, cual joya invaluable, en tu corazón y alma.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.