Tú me tocas y yo estoica
ya por ti, no siento mariposas.
Son tus besos como alambre
que cortan mis labios al besarme..
Sí, es cierto, de ti, ya no tengo hambre.
Hoy tus brazos no me abaten,
y pensar que fueron ellos algún día
como anafe para mi cuerpo
donde tu calor me dejaba
mareada en el vapor de besos.
Tú me tocas y yo estoica,
me sostienes y quiero escaparme,
tu roce ha llegado hasta asquearme.
Fueron tantos años sacudiendo
el sentimiento de no sentirme amada,
y, hoy en día, verme todavía aquí,
pero sin poder sentir nada,
me carcome el alma.
Tú me tocas y yo estoica,
ya mi corazón por ti no precisa,
por ti, ha dejado de latir,
ya la mente es la que dicta
y no quiere esta vida
donde vivo proyectando
que tus roces me excitan.
Esa paciencia que te tuve,
ya no reina en nuestras vidas.
Mataste todo con tu indiferencia
y hoy es tarde,
para que mi piel en ti se sienta viva,
para que mi corazón se imponga ante la razón
y me doblegues ante tu pasión
y nuevamente de ti quede presa.
No gano nada con herirte,
me hiere el tener que pretender
que todo lo que te entregue ayer
todavía te lo puedo ofrecer.
Hoy se ha ido con el viento
esa devoción enfermiza
que dejos tantos estragos en mi vida.
Tú me tocas y yo estoica,
Ya no hay nada que hacer,
no me toques otra vez,
solo queda abrirle la puerta
a ti y a tu indiferencia y que sean
maestro y amos de otra piel
que por ti no sienta indiferencia.
LeydisProse
2/5/2018
https://m.facebook.com/LeydisProse/
- Autor: LeydisProse (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 6 de febrero de 2018 a las 10:52
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 56
- Usuarios favoritos de este poema: Jose Adolfo
Comentarios1
dolorosa publicación... y solo queda cumplir lo que dice tu final, en esos casos, no hay nada más que dejar pasar, dejar ir... digo!. Me gustó leerte. Saludos,
Gracias por tu comentario y el placer es todo mio, que me leas y tomes tiempo para comentar. Lamentablemente, cuando ya una relacion llego a ese punto lo mejor es dejarlo ir que pretender amor. Como dice Max Erman en Desiderata
"Se sincero contigo mismo, en especial no finjas el afecto
Y no seas cinico en el amor, pues en medio de todas las arideces
Y desengaños es perenne como la hierba". Bendiciones
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