A Maria Valentina
Simplemente quisiera verte.
Te recuerdo cada dìa,
como olvidar tu aroma y la tibieza de tu mano...
no se que hice mal, porqué el amor no me regaló al menos,
otra oportunidad de tenerte frente a mi.
Bueno, el destino debe ser así.
Solo recordaba tantas cosas lindas que dijimos
y que hicieron latir a velocidades inverosímiles a mi corazón envejecido.
No te atrevas a pensar que te puedo olvidar.
Mi cielo, no se que pasó, jamás lo entendí,
quizá estábamos muy ansiosos o que se yo
y nos angustiamos, nos complicamos, nos alejamos.
Se vivieron muchas cosas preciosas,
todas salidas del fondo del alma,
pero despúes del día mas encantador de mi vida,
en que me embriague con tu aroma
y desee evaporar mi esencia, para quedarme allí en ese mágico lugar,
flotando en el aire que se satisfacía de arrancar de tu piel,
todo su alucinante olor...
las cosas cambiaron y mi susceptibilidad ante tu silencio,
me enclaustró en una oscura cueva de frustración.
Te he recordado desde aquel día,
recuerdo todo lo dicho...
y en noches de soledad y angustia, que para mi son todas,
me siento a recordarte mientras escucho
las melodías nostálgicas que violentan
el repugnante silencio de la noche.
Tu en mi alma,
tu en mi corazón,
pero tu... libre, digna y respetada por y para siempre.
Así es mi amor... angustioso, cruel, criminal para mi,
pero tierno, tranquilo y eterno para ti.
Prometí amarte siempre... y eso no cambia,
prometí estar siempre para ti... y aquí he estado.
Reprimiendo mis mas oscuros deseos por salir corriendo a buscarte,
con el infinito temor a hallarte
y decir cosas que mi absurda caballerosidad me impide.
Estoy seguro que tu, has estado mejor,
que la vida ha sido generosa en dichas
y que hoy, eres un mejor ser humano que ayer.
Pienso ahora, que somos dos seres extraños, a los que el amor juntó,
pero también separó, como en un juego de misterio.
No hubo un disgusto, una palabra mal dicha,
un vete... callamos... cada uno esperó escuchar la voz del otro
y así el amor se durmió, en el tálamo que se quedó vacío de nosotros...
porque matamos al tigre y nos asusto su piel.
Tienes mi alma, solo tengo para ti un abrazo enamorado,
que fué lo poco que me dejo tu amor.
Ron Alphonso
10 de febrero 2013
- Autor: Ron Alphonso (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 7 de febrero de 2018 a las 03:22
- Comentario del autor sobre el poema: Letras para esa mujer que como apareció, algún día desapareció sin explicación.
- Categoría: Amor
- Lecturas: 17
- Usuarios favoritos de este poema: Carlos Eduardo
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