Pupilas mirando a otras pupilas.
Tus pupilas entrando por las mías
en busca de mi esencia
y las mías buscando el rincón de tu alma
que no se anima a volar.
Te veía allí, llevando tus dolencias,
aunque fuese ese dolor tan imposible…
Pero ese instante en tu alma alcanzaba
para suavizar rigores.
Yo no podía pronunciar palabra
porque el verbo era vedado
por la realidad que circundaba:
ese dolor ajeno, aunque cercano.
En silencio llevaré instantes,
ese secreto de escondido brillo
a esos espacios tiernos y pequeños
reservados en mi alma al milagro.
De mi libro “De mi baúl y de esos cofres de luz”. 2016 978-987-4004-21-5
- Autor: Carlos Justino Caballero ( Offline)
- Publicado: 10 de febrero de 2018 a las 08:27
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 58
- Usuarios favoritos de este poema: ADANS BECMAN, Ӈιρριε Ʋყє ☮
Comentarios2
Bonito recitar amigo, el dolor cercano y el ajeno siempre nos toca...Feliz fin de semana.
Agradecido, amigo, por tu lectura y comentario. Saludos
Dolor bellamente contado.El ejercicio de la palabra exorcisando el dolor. Saludos.
Bella réplica! Gracias, Melba!
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