..."me gustan las mariposas y los perros".
En las suaves noches de luna nocturna
él no buscaba estrellas en el mar,
sino mariposas de otoño,
perros blancos.
Sobre la sombra de un árbol, echado,
inquieto por el color de la luna,
veía volar los hijos de los pájaros
y entonces cantaba.
Así cómo se llamaba no recuerdo;
recuerdo sí que con sus manos atrapaba el transcurrir del tiempo;
y que me ofrecía ralladura de limón
para que comiéramos.
Cuánto lo amé tampoco lo recuerdo.
Recuerdo sí que pasábamos nuestras tardes
subidos a un castillo de portal pesado y armaduras de cobre,
y que las nubes brunas volaban en nuestro entorno,
exclamando oraciones
que cautivaban el amor tranquilo que nos dábamos.
Murió una tarde en que se apagaron los peces del estero.
Miles de mariposas lo alzaron
entre peonías;
y se asombró cuando yo le llevé
dos perros blancos que había robado,
y que acompañaron, perezosos,
su cortejo.
Guillermo0
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- Autor: GuillermoO (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 10 de febrero de 2018 a las 13:05
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 26
- Usuarios favoritos de este poema: Melba Reyes A.
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