* El Final de La Promesa

Wellington Rigortmortiz



 

“Al principio solo estaba la mar,

la mar, lo era todo,

en completa oscuridad

escondía su desnudes,

hasta que, apareció la luz…”.

 

Agua y fuego se encontraron,

se conocieron, se retaron,

se amaron, al final, se alejaron;

el temor a los crueles presentimientos

que la realidad pintaba en el lienzo

imaginario de sus naturalezas

obligo a los dos elementos

a impedir el amalgama profundo

de sus esencias, alejándose,

valiéndose de las argucias

de las cuales, el ser humano

es el único amo; …así nació,

La Promesa, de alma, de vida,

de amor, de dolor,

transformada físicamente

en palabra, en sangre, sacrificio

que inútil es cuando

la perversa distancia

la abraza visceralmente

con el manto del silencio,

del olvido, del rencor, del odio,

todo, por la estupidez propia

y la generada por los espectros

semidioses dueños de la mentira,

de la envidia, espectros, que siempre

a tu lado estuvieron envenenando

tu ser, …ahora, eres uno de ellos.

 

Traicionados por el amor en el destino,

La Promesa se convertiría

en la esperanza sobre la triste

y mortuoria realidad, la soledad

abraza nuestros cuerpos bajo

una lluvia estéril, incapaz ya

de purificarnos, de lavar

todo recuerdo que santificado

provino de nuestras almas,

La Promesa de la mía,

desde el principio de los tiempos

buscaba ser ofrendada,

y buscaba una señal

que provino de la bendición

que santifico esta, hoy patética figura

en un callejón urbano,

aquel que se marchita como la rosa

que con su tallo dentado tiernamente

lacero la piel de mis manos,

con esa acción, física

se transmuto La Promesa

que en un rustico papiro

tomo la forma de letras, de versos

inscritos con sangre, de mi cuerpo,

de mi alma, epitafio de amor fue,

epitafio de amor aun es.

 

Todo tiene su tiempo, su espacio y limites,

en tu presencia y en tu ausencia perpetua

mi ser llevó a cuestas su Promesa, que

otorgada a tu alma peso mucho mas

que el único deseo fantasioso concedido

por ti pomposamente a la mía,

…“la genio salio de su botella

de vidrio y latón concediéndome

un deseo que su mediocre magia

jamás pudo hacer realidad”;

…en los días, meses, horas, minutos

y estaciones, el dolor fue el único Rey

de este imperio del amor derrocado

por la traición de la Diosa de Fuego

en mi vida, …el Final de La Promesa,

a llegado, los elementos recobran

todo su poder, su armonía y belleza,

mi alma su herida a sanado,

te cumplí La Promesa, aquella

que por ti, la puse en sacrificio,

sacrifique mi amor, mi alma, mi vida

y mi felicidad,

La Promesa cumplió su obligación

desde el principio de nuestra ilación,

…en las manos de Dios,

encomendadas están nuestras vidas

nuestras almas, …mi promesa por ti,

se consumó, y su final a llegado,

retorno, a los brazos líquidos

de mi Padre, al vientre

oscuro de mi Madre,

a su calor húmedo, a juguetear

con mis hermanos y hermanas

en el interior de mi Galeón hundido;

…retorno a la mar, mas inundado

del amor, de alegrías y esperanzas,

pues, te cumplí La Promesa,

aquella que no pudiste entender,

aquella que te acompaña hoy

y abraza tu alma

cada que miras a la lluvia,

cada que miras a la mar, …aun

habiendo sido yo olvidado ya.

  • Autor: Rigortmortiz (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 12 de febrero de 2018 a las 17:29
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 32
  • Usuarios favoritos de este poema: laura casas
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