Caperucita y el Abuelo

Wilson Amado Gamboa

Descalza y arriba de la cama del abuelo,

sentada, tranquila y con mirada de inocencia,

pregunta esperando las respuestas sin paciencia.

Dos tiernas sandalias se adormecen en el suelo.

 

¿Qué tienen tus piernas que se mueven lentamente?

¿Qué tienen tus manos que no aprietan ya con fuerza?

¿Qué tiene tu boca que se mueve y no conversa?

¿Qué tienen tus ojos que me miran fijamente?

 

-Son muchas preguntas, la mañana no nos basta-

Responde el abuelo con su pícara sonrisa

- Contesta tranquilo que no tengo mucha prisa

y mami llenó de panecillos mi canasta.-

 

Sonriente el abuelo se acomoda en sus cojines,

la niña le mira con sonrisa de ternura

y cruza sus brazos como seña de premura

y busca el abuelo en su memoria y sus confines.

 

- Mis piernas pasearon las distancias de la vida,

mis manos lograron trabajar y dar caricias,

mi baca cantaba y probó miles de delicias,

mis ojos han visto nacimiento y despedida-.

 

-Mis piernas danzaron, caminaron y corrieron,

mis manos pintaron, escribieron y sembraron,

mis labios rezaron, dieron gracias y alabaron,

mis ojos curiosos despertaron y durmieron-.

 

- Mis ojos ahora por las tardes se adormecen,

mi boca serena se decora con sonrisas,

llegado el otoño se han marchado tantas prisas

y adoro esa silla y los minutos que la mecen-.

 

Historias y sueños asistieron a la danza,

y -!Adios panecillos!- la canasta murmuró,

sonriendo el abuelo en sus cojines se durmió,

y abrígales luego un suave manto de esperanza.

 

La niña calzose sus sandalias silenciosa

y diole al abuelo un beso plácido en la frente.

De vuelta a los juegos que han llenado su presente

alegre disfruta su niñez maravillosa.

Ver métrica de este poema
  • Autor: Paolo Luna Wilson (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 12 de febrero de 2018 a las 19:38
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 102
  • Usuarios favoritos de este poema: Libia Sophia RC
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Comentarios +

Comentarios3

  • Ana Maria Germanas

    Tu poema Paolo, esta lleno de ternura.- un cariñoso saludo.-

    • Wilson Amado Gamboa

      Mil gracias Ana María por sobrevolar estas letras. Recibe un abrazote con cariño.

    • Libia Sophia RC

      Morí de ternura querido Paolo, que maravilla, me encantó!
      Saludos desde la tierra del pandebono!
      Cali, Colombia.

      • Wilson Amado Gamboa

        Mil gracias mi bella Lola. Saludos desde la Perla de la Sabana en Funza Cundinamarca.

        • Libia Sophia RC

          Abrazos bambuqueños!

        • Fantasma de Nadie

          Me ha gustado la temática. Como crítica constructiva, sin ánimo de ofender, me gustaría explicarte en qué consiste un verso alejandrino (de 14 sílabas) para que sea realmente rítmico y musical.
          El verso de 14 sílabas se divide en dos hemistiquios (partes) de 7 sílabas cada una. Así, la última estrofa de tu poema se podría construir:
          "Se puso sus sandalias / la niña silenciosa
          y así le dio al abuelo / besitos en la frente.
          Ya de vuelta a los juegos / que llenan su presente
          disfruta alegremente / su niñez prodigiosa".
          Sin ánimo de ofender nunca, solo apuntaba este consejo, si quieres tomarlo y practicar este tipo de métrica genial. Un saludo.

          • Wilson Amado Gamboa

            Es correcta su apreciación amigo poeta. Pero en este caso lo que quise hacer fue crear un poema con versos de catorce sílabas en dos hemistiquios de seis y ocho sílabas (6+8) con rimas a,b,b,a.
            Es por eso que los hemistiquios en cada verso no dan para formar versos alejandrinos.
            Me agrada saber de su tiempo en el análisis de estas letras y le agradezco sinceramente por ese honor.
            Reciba un saludo cordial amigo Fantasma de nadie.



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