El día
se apaga lentamente.
La noche
aparece sigilosa.
Instante imperceptible
que débilmente afecta nuestro encuentro;
momento fugaz.
Es el eterno presente
que muere para abonar el para siempre,
nuestro amor.
Ese
que como chispa mágica
rompe la rutina,
alimenta la cotidianidad,
fortalece la incondicionalidad,
explora caricias nuevas
y adorna nuestra morada
con armonía y felicidad.
- Autor: Walter Rafael Agüero Gomez (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 14 de febrero de 2018 a las 12:44
- Comentario del autor sobre el poema: Obsequio para mi pareja, en el día del amor y la amistad.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 139
- Usuarios favoritos de este poema: MARFRAM
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