I
Cuando la madrugada casi llega a su fin
Mi alma necesita más de ti para lograr subsistir
Quiero estar en tu presencia
Buscando en ti la esencia
Que llena de paz y fortaleza
Todo mi existir
¡Señor: sin ti nada soy¡
Y adelante día a día voy
Subiendo nuevos peldaños
Porque tu misericordia me sostiene
Nada ni nadie me detiene
Porque mi fe en ti crece y crece
Amado y eterno Jesucristo
Eres y serás mi salvador
Mi guía, mi escudo y mi bastión
Donde desahogo mis tristezas
Eres y serás mi abrigo
Mi único y leal amigo
Durante las fuerzas tormentas
II
Desde el vientre de mi madre
Me escogiste para grandes cosas
He hiciste de mi un vaso de honra
Aquel vaso que fue quebrantado
Y con tu poder fue creado
Para hacer tu voluntad
Te pido que tengas de mi piedad
Y ¡Enséñame hacer lo que quieres que haga¡
Quiero centrar en ti mis esperanzas
Quiero ser mejor cada día
Enséñame a ver lo invisible
A alcanzar lo imposible
Porque tu luz bella y divina
Me hará percibir las maravillas
Que tengo a mí alrededor
Hiciste de mí una mujer virtuosa
Que se siente feliz y dichosa
Bajo la sombra de tus alas
¡Oh Jehová de los Ejércitos¡
ENEIDA JOSEFINA BRAVO REALZA
POETISA DE JESUCRISTO
EL BAÚL-VENEZUELA
15/02/2.018
06:04 a.m
- Autor: Poetisa de Jesucristo (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 15 de febrero de 2018 a las 07:14
- Comentario del autor sobre el poema: Gracias por ser mi amigo incondicional, aquel que me ama y me guía, día a día me cuida bajo sus potentes alas
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 14
- Usuarios favoritos de este poema: Josefina Bravo
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