Huir no es alejarme.
La esperanza de alguien que siente que su vida se va corriente abajo,
lo haría aferrarse a un tronco lleno de espinas venenosas,
con la fe en que ese veneno no sea letal.
Siempre pensé que a todo problema, una solución habría,
pero la vida me muestra cruelmente que no es así
y yo que salí avante de tantas batallas propias y ajenas,
hoy me debato en la incertidumbre absurda del ser o no ser.
Un día cualquiera, te encontré, sin estarte buscando
y sin que tu pudieras evitarlo, me enamore de tu esencia
y mi corazón vacío de amor, se llenó de tus versos y ternuras.
Aprendí a amarte sin verte…
solo presintiendo tu hermosura, en mi lúgubre soledad.
Cuando se aprende a amar como yo te amo,
este sentimiento se vuelve toda una obsesión
y el alma noble debe dar un paso al costado, para no herir lo amado,
sin importar que en su huida, se desangre víctima de la fatal decisión.
Gasté todo mi cerebro aprendiendo a amarte
y ahora no puedo siquiera imaginar olvidarte.
Te quedaste en mi para siempre.
No sé… si enloquecí de amarte o por no tenerte.
Te amo y huyo... huyo para aferrarme más a tu recuerdo,
que es lo único que me pertenece.
Ron Alphonso
15 de febrero de 2018
- Autor: Ron Alphonso (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 16 de febrero de 2018 a las 21:56
- Comentario del autor sobre el poema: A veces huimos, para estar mas cerca, es una extraño contra sentido.
- Categoría: Amor
- Lecturas: 15
Comentarios1
Precioso,
Balagué
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