Renacuajita
Perdóname por romper el silencio de tu noche,
solo quiero dejar salir tanto sentimiento reprimido,
que quema mi pecho, por no poder llegar a tu oido.
Te amo y así la vida se empeñe en volverse muerte,
nunca dejaré de amarte y preferiré naufragar,
en las límpidas aguas del recuerdo,
que aferrarme al madero espinoso del olvido.
Gracias por tu existencia en mi vida,
pero si algún día decides partir,
deja atada la barca de tu ausencia,
al leñoso tronco de mi existir.
Y ya cuando mis pies cansados de vagar,
se detengan en la solitaria playa del amor perdido...
podré abordar para emprender el viaje final,
rizando las frías aguas del mar del destino,
embalsamado en el sensual aroma de tu cuerpo.
No puedo dejarte un abrazo, no tengo un beso para ti...
te quedaste con todo mi amor... un 10 de febrero.
Ron Alphonso
10 de marzo de 2013
- Autor: Ron Alphonso (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 17 de febrero de 2018 a las 21:26
- Comentario del autor sobre el poema: A Maria Valentina, la renacuajita paseadora, que algún tiempo caminó a mi lado.
- Categoría: Amor
- Lecturas: 23
- Usuarios favoritos de este poema: Vagabundo Universal
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