Quisiera repatriarme madre
a tus brazos suaves,
al momento extinto
donde fuiste el cosmos.
Quisiera encontrar tu rostro
cuando miro al cielo,
y de nuevo acampar
bajo el techo de tu seno.
Añoro madre la espada
de tu voz flamante,
estocando mis miedos,
germinando mis sueños.
Desearía pintar tus canas,
asesinar al tiempo,
para vengar las heridas
en tu piel surcadas.
Yo soy tu guerrero madre,
derrotado y cobarde,
que no piensa en más
que en tu faz cansada.
Perdoname amada
y a mi flaqueza,
por agobiar con llantos
tus muchos años.
Yo soy tu sangre más no,
no soy tu estampa.
De tal noble roble,
famélica, espiga flácida.
Madre eterna quisiera
que tu carne
cual tu alma fuera.
Espíritu de fuego.
Quisiera repatriarme madre
a tus brazos suaves,
al momento extinto
en que te amé por siempre.
Quedarme ahí ausente;
en el segundo efímero,
en el momento extinto
Donde te amé por siempre…
- Autor: Johan Molobo (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 17 de febrero de 2018 a las 21:30
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 65
- Usuarios favoritos de este poema: Vagabundo Universal
Comentarios1
Hola Johan, tu poema me hablo de tu gran amor hacia tu madre, es muy bello, cariños para ti.-
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