Ojalá no sea la penúltima

argantonio

Todavía viven testigos

de aquella maldición

que asoló como jinete

apocalíptico la tierra

desde el norte de África

hasta los Uráles.

 

Es`pronto para que figure

én históricos anales

como aquellas guerras de los

50 o 100 años inacabables.

 

La última gran guerra que

deberíamos llamar execrable, podría

haberse evitado si Hítler

hubiera aprobado su ingreso

en la Academia de Bellas Artes

y como cuenta mi admirado Manuel

Vicént hubiera probado en Viena

la deliciosa Torta Sácher, se

perdió su dulzura, se perdió el

gozo de Freud que en los éxtasis

de placer con su mujer exclamaba

!Sáchertorte! !Sáchertorte!Hítler

no se hizo adicto a nada, salvo al mal

llamado arte de la guerra,

y a la eliminación de las ¨subrazas¨¨

inferiores y desechables.

  • Autor: argantonio (Offline Offline)
  • Publicado: 18 de febrero de 2018 a las 15:30
  • Comentario del autor sobre el poema: Don Adolfo que tenía un cuarterón de sangre judía por parte de su abuela, lio la que lió porque quería acabar con esa raza maldita, en España también hubo una época en la que muchos judíos fueron quemados y expoliados por el simple hecho de pertenecer a la misma raza de Cristo, lo más horrible era que los encargados de estos crímenes eran los muy beatos miembros de la Santa Inquisición.
  • Categoría: Sociopolítico
  • Lecturas: 27
  • Usuarios favoritos de este poema: Vagabundo Universal
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Comentarios +

Comentarios1

  • argantonio

    Mi ciudad como todas las ciudades tiene sus defectos y virtudes en mi opinión el peor defecto fue el saqueo y los crímenes cometidos en su judería hoy conocida como barrio de Santa Cruz en su virtud quizá haber sido la ciudad donde Miguel de Cervantes gozó sufrió y escribió un libro inmemorial Don Quijote de la Mancha.



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