Tus ojos ya cansados observan indómitos el transcurrir de la vida que marcó surcos en tu rostro;
tus manos suaves y temblorosas son refugio para 23 nietos cuyo amor ha coloreado tus cabellos de plata.
Besos bailan en tu frente buscando ser fuego para tu pecho,
mientras una voz bajita y serena cuenta la historia de tu infinita ternura y tu escasa paciencia.
¡Cuánto te admiro, mi vieja!
Ese corazón de guerrera siempre listo para enfrentar las más grandes batallas y salir triunfadora;
esos pasos débiles que soportan con firmeza la estabilidad de toda una familia;
esas, tus palabras, tan resignadas, tan bondadosas, tan valiosas, tan eternas.
¡Cuánto te amo mi vieja!
A tus brazos siempre prestos, a tu humildad vigorosamente ardiente,
a tus frases preocupadas, a tu sonrisa ya endeble,
a tu enseñanza perennemente viva, a tu esperanza inquebrantable,
a tu mirada pasiva, a tu bendición infinita,
a ti, a ti como a nadie.
- Autor: Nataly Olarte ( Offline)
- Publicado: 18 de febrero de 2018 a las 23:32
- Categoría: Familia
- Lecturas: 20
- Usuarios favoritos de este poema: Jorge Horacio Richino
Comentarios1
Hermoso y sentido poema dedicado a tu querida abuela!
Ha sido un placer su lectura.
Mis Felicitaciones y cordiales saludos!!!
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