Muriendo

Esteban Mario Couceyro



Hoy el sol, se ha paseado
aburrido, espiando a desgano
entre las nubes ralas.

Salió en un horizonte
lleno de brumosa luz
al medio día, como una brasa
calentó la vida
y se fue despacio, sin tiempo
entre fuegos naranjas.

Hoy el sol, como tantas veces me dejó solo, con un cielo
profundo de estrellas
y mi vida, queda aún tibia
en la noche fría
a la espera, desolada
del nuevo sol, del otro día
que saldrá, por donde supongo
sin sobresaltos, en silencio
por que yo lo espero
como tu mano generosa
pasando por mis mejillas
con la cadencia de soles
y tus ojos estrellados de amor
mirando los míos
y los míos, mirando tu boca
de manantial, en el horizonte
rojizo de vientos huracanados
amor, estoy muriendo
en tus manos de soles
en la boca, que me pronuncia
en tus ojos diamantinos
que me vieron, pasar
de un lado a otro de los límites
como ese sol, que calienta la vida.

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Comentarios +

Comentarios2

  • Carlos Eduardo

    Rapsodia al gran sol del amor

    Un abrazo estimado Esteban

    • Esteban Mario Couceyro

      Una manía humana, representarse en otras materialidades, comunes a todos, casi una manera agobiadora de protagonismo.
      Un abrazo
      Esteban

      • Esteban Mario Couceyro

        Estimado Toquiño, el lapsus, fue corregido, gracias
        Esteban

      • El Hombre de la Rosa

        Hermoso poema de amorosos sentimientos personales de amor estimado Esteban...
        Un placer leer tus versos
        Saludos de amistad
        El Hombre de la Rosa

        • Esteban Mario Couceyro

          El sentimiento es mutuo, querido amigo.
          Un abrazo.
          Esteban



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