A tus pies caigo rendido,
mi anhelado sueño, y luego,
en tus brazos yo me entrego,
hasta perder el sentido.
Te necesito a dïario,
como un arraigado vicio,
que no acarrea perjuicio,
ni un efecto secundario.
Si algún día no te tengo,
confuso y malhumorado,
como un 'zombie' voy y vengo.
Me amuermo si voy de fiesta
sin haber antes gozado
de ti, mi bendita siesta.
© Xabier Abando, 07/11/2016
- Autor: Xabier Abando ( Offline)
- Publicado: 20 de febrero de 2018 a las 07:44
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 100
- Usuarios favoritos de este poema: Jorge Horacio Richino
Comentarios4
Sano "vicio", Xabier, expresado en tu poema con sabiduría poética y humor.
Saludos.
Pau
Muy bueno, poeta.
Buen tema, original, llevado maravillosamente con un toque de picardía y mucho sentimiento.
Abrazos mil.!!!!
Muchas gracias, María. Tus comentarios siempre me elevan la moral.
Un abrazo. 😘
Xabier
Sano, efectivamente. Yo la siesta no la perdono así como así. Gracias por tu comentario, Paul.
Saludos,
Xabier
Jocosidad fina al rendirse el poema con el a veces cortante reposo en sueños.
Un abrazo XABIER
Gracias, amigo, por dejarte caer por aquí y comentar positivamente mis versos.
Saludos.
Xabier
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