Caemos, nos levantamos
juramos un juramento prohibido
donde la conciencia es la única testigo.
Los dedos, nuestros guías
van dibujando un mundo diferente
un ruido en las orejas de la nada
la melodía de la letra audaz y compasiva.
La vocal de este momento
son ambos ojos que nos miran
que nos introducen en un cuerpo y alma
a entender nuestras ideas mas profundas
a expresarlas a sentirlas tan dentro de uno
que el cuerpo es todo uno.
Habitan las caras, los oídos, las manos en el lapicero
y la hoja vacía que lentamente se llenara
con todos nuestros sentimientos.
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