Hermano, que has sabido de dolores.
Una espada dejó tu alma en duelo
y en un dolor eterno, sin consuelo
se desbordó tu ser con sinsabores.
Mas supiste volar y alzaste vuelo
descansando el dolor en tus amores,
tu vida se atavió otra vez de flores
y renació la esencia de tu anhelo.
Curtido en el dolor yo no me asombro
de que tendieras hacia mí tu mano
en sentida caricia sobre mi hombro.
Y pude yo sentirte tan cercano
en tu apoyo a salir de mis escombros,
que me nace decir: ¡te quiero, hermano!
A mi hermano Gustavo José.
De mi libro “De cumbres y de abismos”. 2007 ISBN 978-987-9415-23-8
- Autor: Carlos Justino Caballero ( Offline)
- Publicado: 25 de febrero de 2018 a las 08:29
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 21
- Usuarios favoritos de este poema: Jose Adolfo, Maria Hodunok., Hugo Emilio Ocanto
Comentarios3
poetante habló el alma del poeta - Los hermanos quedan adheridos al alma - virtud inequívoca de y para el sentido de la vida en la continuación de sus rumbos poeta - Excelente diálogo para la humanidad
Riqueza en el comentario que valoro, José Adolfo. Muchas gracias!
Me gusto su soneto, Caballero. Saludo
Muchas gracias, Luis! Cordiales saludos.
Agradable soneto a su hermano.
Compatriotas... y qué poco nos visitamos...
Mi saludo, mi amistad, poeta.
Te agradezco en amistad tu grato saludo, amigo! Abrazo
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