Ciego.
Quiebras tu cayado sobre tiernas espaldas.
Ciego.
Bajas el telón de una función que no acaba.
Ciego.
Te niegas a mirar bajo tus sábanas.
Ciego.
No sabes que tras la tempestad viene la calma.
Ciego.
No ves bajo el fragor que por dentro te araña.
Ciego.
Si miraras,
verías que el sol sigue dando mañanas.
- Autor: Albertín (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 25 de febrero de 2018 a las 09:39
- Comentario del autor sobre el poema: Cuando la ceguera no es de los ojos.
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 22
- Usuarios favoritos de este poema: fausti morales, Joselin Guzman
Comentarios4
Palabras profundas y reales me a gustdo a sido un gusto leerte albertin saludos desde Madrid.
Me alegro de que te guste, saludos.
Alberto muy buena reflexión, son varios los comportamientos que hacen que seamos ciegos de la vida , del entorno , sensibilidad. Saludos afectuosos Amigo
Me alegra verte por aquí, un abrazo Fabio.
sólo en el alma las ventanas dejan entrar destellos que agigantan las llamas dándole vida a las metáforas - Gracias Alberto por compartir tu elocuencia
Gracias a ti por tu saber, un abrazo.
Estimado Albertin:
Me hace pensar qué puntos ciegos habrá en mí y podré alguna vez tomar conciencia de ellos.
Hay un dicho, Dios enceguece a quienes quiere perder.
Bien, transmite esperanza el escrito.
Un abrazo amigo
Otro para ti estimado Tokki.
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