Ninguna
Lo elevado y extendido por sí mismo,
de acuerdo con las bases de la cábala,
lo representas tú, mujer hermosa,
símbolo del brazo en los humanos
y del ala en el cuerpo de las aves.
Solitaria y gemela al mismo tiempo,
ostentas tu sonrisa ligera y liberal
cuando juegas con la M, tu vecina,
que regula tu paso y nombra el mar,
mientras luce a tu espalda, como reina,
la legendaria y misteriosa K.
Eres llama al duplicar tu cuerpo
y lluvia inclemente en las llanuras,
lágrima rodada, salobre e incesante,
por la mejilla de los desheredados
mientras huyen de verdugos carniceros.
Reúsas ser la criada de uniforme
en los rudos espacios donde medran
gorilatos y poderes metafísicos,
aunque escriban con impúdica malicia
libertinos vocablos con tu signo.
Engalanas el idioma laureada
por plebeyos, por nobles y por todos
los que admiran tu música vibrante,
alveolar, fricativa y lateral,
lo mismo que el símbolo del litro
y la cifra romana de 50.
Es mi canto por hoy, pues ya te dejo
con tu valor numérico de 30
según afirman los sabios de la cábala,
o aquel otro que marcan los islámicos
cuando aseguran que eres 129
en los grandes laberintos de su fe.
Adiós mi bien amada, no me olvides,
nos veremos en la última partida
como buenos artistas del lenguaje:
Tú lidiando leguleyos y ladrones,
yo en la liza de mi eterno caminar.
- Autor: 000 (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 28 de febrero de 2018 a las 11:51
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 29
- Usuarios favoritos de este poema: ADANS BECMAN, Jorge H. Ramirez
Comentarios1
Como siempre amigo Verano Brisas, toda una cátedra literaria sobre cada una de la letras que nos traes como lámpara de luces y valiosa lección... Sin intentar liarme con tus versos, ni hacer alguna comparación, vaya mi humilde composición...
Glosa a la letra “L” de lenguaje
Lenguaje tan cervantino
en letras sin libertinaje
de un Quijano y su linaje
exhibiendo galas de lino,
con tal cual lector ladino
que la gramática desdeña,
buenas ideas no preñan
con caballeresca lectura,
genio hasta la sepultura
del árbol caído hacen leña.
Cuando sobran leñadores
queriendo dar su lección,
en su letanía de locución
ya se creen libertadores,
y con ínfulas de doctores
loca es su grandilocuencia,
luciendo su luminiscencia
se creen lejanas estrellas,
abusando de licor y botella
con latigazos a la ciencia.
Laberintos de los mil textos
apacibles en las librerías
con licencias de lancerías
para no liar con pretextos,
tampoco levitar del contexto
con alucinadas experiencias
ni de narcóticas dependencias
aunque hay lugar a la fantasía,
los hay acólitos como la lejía
en manía de incandescencia.
Pirómanos de la historia
de los libros en estanterías
que en su luciente piratería
a la literatura cual noria
le osan lavar la memoria
como liquidando breñas,
a la lesa labor se empeñan
lo dice un humilde Labrador
que ligamos de mal en peor.
son Nerones para más señas
Por Hermes Varillas Labrador
1798 27/02/2018
Glosa bajo la inspiración de los versos del mismo autor...
Del árbol caído hacen leña
con latigazos a la ciencia
en manía de incandescencia
son Nerones para más señas.
Muy bien, Hermes. Siempre al pie del cañón. Muchas gracias. Cordial saludo.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.