Se sublima
la espada en sus zafiros,
y aun de fuego...
se engalana en sus cristales,
claveles desbocados
de agua pura...
en el arco desamortizado
de la tarde,
y en la boca...
desaconsejada
de un te quiero,
mi alma
se anuda...
herida y descuidada,
de amor y llanto.
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Autor:
pani (
Offline) - Publicado: 28 de febrero de 2018 a las 13:31
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 85
- Usuarios favoritos de este poema: JUAN ROMERO SOTELO, angeldelanoche, maria1314, Jose Adolfo
Offline)
Comentarios3
El silencio y una verdad, dicha atardeciendo el día, mientras la espada de la realidad..., muestra su filo....
Toda una escena, rompiendo de tensión...
Un abrazo.
Esteban
Hazlo real y feliz!!!Atreverse es humano!!!
esencia en su más cristalina condición de amante aunque en tajos quede la vedad - Gracias Pani
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