En mis manos uvas cultivé,
Sus raíces crecieron.
Sangre y savia conectadas.
Dos pulmones.
Mis manos se cubrieron de hojas
y las uvas maduras
como pichones crecidos volaron.
Ni polvo, ni terrones
Oraciones doradas.
- Autor: Pablo Rilke. (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 2 de marzo de 2018 a las 12:36
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 39
Comentarios1
Deben ser los zorzales que cuenta de ella dieron, por lo cual hay que tener
que los pichones de ellos fueron.
Saludos
Muchas gracias poeta, gaston campano.
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