Vestí de rosas mi cuerpo,
encendí toda clase de incienso,
deje que la cera abrazara mis ardores,
era mejor sentir esa sensación
de que mi cuerpo estaba en fuego,
a la sensación de este deseo ingrato
que por ti todavía siento.
Llene la tina de agua para ver si
lograba calmar la carne blanda.
Recosté la cabeza arqueando el cuello
para despejar la mente,
para tratar de callar estos sentimientos
que oprimen mi corazón sin interrupción.
Este deseo de ti, que me hiere hasta no dar más,
que se imbuye en todo mi ser, creando necesidad.
No se pudo, mi cuerpo solo desea tenerte.
Abrazarte nuevamente,
tocarte consiguiendo mi piedad,
besarte hasta que mi sobriedad recobre la memoria,
posarme encima de tu mata como se fija
un sol blanco sobre un árbol en medio de una nevada.
Vestí mi desazón de ti para calmarla,
bañe mi agua en tu recuerdos,
ahogue el deseo y este desatinado sentimiento
de los días cuando yo cumplía todos tus deseos,
de las noches cuando era tu almohada de seda,
cuando era tu amiga y tu perra.
Si. Me vestí en lubricidad, lubrique mi necesidad
imaginando que la cera que se derramaba
por mi cintura …eran tus labios fustigando mi cuerpo,
en ese ardor que tu provocas, con el simple roce de tu boca.
LeydisProse
3/5/2018
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- Autor: LeydisProse (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 5 de marzo de 2018 a las 15:31
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 32
Comentarios2
En un momento antes de leer el poema, había pensado que te habías hecho un molde.
Un abrazo amiga
Como asi? No entiendo...
Porque hay museos de cera
oh Dios. Imaginate este cuerpecito y cara ingrata en cera.... sera para ponerla en una exhibision de horror...jejejejej.
No, no, no
uaooo... fuerte... hermoso... siempre es un gusto leerte.
Gracias amigo...Que lindo que me leas. Un abrazo
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