Desabrocha tu camisa
sin prisa.
Ve quitándote el sostén,
detén
en el tiempo este momento.
Ya siento
como acaricia tu aliento
los vértices del control.
Ralenticemos la acción
en un penúltimo intento.
Descúbreme, por ejemplo,
tu templo.
Contoneando tus curvas
me turbas
hasta llevarme al paraíso.
Reviso
tu piel sin pedir permiso
a mi vencida vergüenza.
Enlacemos una trenza
con el éxtasis conciso.
- Autor: Joseponce1978 (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 7 de marzo de 2018 a las 09:51
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 25
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