Una sombra se derrama,
por la ladera del monte.
Negando la luz el Sol.
Tapando las madrugadas.
Oscureciendo las vidas,
que solícitas aguardan.
Pintando de gris el blanco.
Robando a la noche el alba.
Arrebatando el color,
de besos y de miradas.
Crece el sueño.
El recuerdo reverdece.
Las luces que nos negaron,
en los recodos se ocultan,
Robando a la vida un hueco.
Vacíos que nos torturan
Briznas son de claridad,
que los ojos iluminan.
Tapa el camino sin nombre.
Sin fondo como una sima.
Succionado por los ecos,
de temores y codicias.
Pozo negro de pasiones,
robadas en las esquinas.
Atardeceres de ausencia.
Noches cargadas de angustia.
Negras las luces sin luz.
Que ni ocultan ni iluminan.
Sueño que vuela en la noche.
Y que amanece de día.
Posándose en las gargantas.
Aferrándose a la vida.
De las fuentes que bebía.
Solo unas gotas quedaron,
colgadas en las cornisas.
Sombra de Luna, sin sombra.
Voces que llegan sin prisa.
Arcón de besos guardados,
con cerrojos y trabillas.
En el éter se perdieron,
los recuerdos de aquel día.
A. L.
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- Autor: alupego (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 9 de marzo de 2018 a las 07:30
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 19
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