Pasó por mi vida
como esos antiguos paquebotes
enormes, misteriosos
envueltos en humo
y nieblas
amanecidas del puerto.
¿Cuál puerto fue?
no tiene importancia alguna
bodegones de olores agrios
gente furtiva
abandonos y urgencias
sentados cada uno en su mesa
jarras de cerveza
con miradas rojas.
Ella apareció
a contraluz de la puerta
estatura de hombre
vestida con flores
y un chapeau
oscuro con tres rosas
en la cinta
fumando un cigarro turco
en boquilla de ambar.
Sus cabellos rubios
enmarcaban un rostro fuerte
aliviado por los ojos
de increíble color mar.
La voz del tabernero
la recibió
“Bonyour, madame Dridi “
y ella contesta
con profunda voz
“Bonyour Pascal, comennt ça va”.
Ella cruzó el salón
con firme taconeo
con las botas de muchas presillas
y una valija
de lona beige, con vivos de cuero.
El tabernero
en la barra le habla al oído
y ambos miran a mi mesa
yo hago un gesto
y ella viene a sentarse.
“Bonyour monsieur...”
dejando la valija, en una silla
nos sentamos
y Pascal, nos trae cogñac.
¿ Monsieur…?
Interroga mirándome seria.
Señora
Puedo decirle cualquier nombre
dígame González
con eso basta
¿que necesita de mi?.
González, debo regresar
a París.
Señora, es sencillo
unos boletos…
mañana sobre el medio día
sale un barco.
Mi salida debe ser discreta
llevo información
y debe llegar
¿que puedo hacer?
El Astrid, un carguero
con destino a Bilbao
que sale al amanecer
…………………….
el capitán es un amigo.
Las horas pasaron
en el bodegón
conociendo a una mujer
interesante
corresponsal de guerra
de Le Matin
en el canal de Suez
perseguida por agentes del Kaiser
cuando aún
había damas y caballeros
en ese sucio juego.
Amaneciendo
Madame Dridi, aborda
el carguero Astrid
envuelto en humos y nieblas
vestida de marinero
y una valija de lona beige
a mitad del portalón
se da vuelta
y me mira por última vez.
- Autor: Esteban Couceyro (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 9 de marzo de 2018 a las 10:48
- Categoría: Surrealista
- Lecturas: 25
- Usuarios favoritos de este poema: Ӈιρριε Ʋყє ☮, Texi, El Hombre de la Rosa
Comentarios3
Espionaje del bueno
Un abrazo
Otras épocas, donde el romantisismo dominaba los modales. Madame Dridi, existió y tuve el gusto de conocerla en los 60´, fué corresponsal de guerra, en el canal de Suez..., una gran dama, te lo aseguro.
Un abrazo.
Esteban
Sin duda de que su pasado a sido intenso, y emocionante...
Un abrazo
Esa señora, pasó por mi vida, un gran carácter.
Un abrazo.
Esteban
Muy hermoso didáctico y gratificante su genial versar estimado Esteban
Un placer pasar por tus versos
Saludos de amistad
El Hombre de la Rosa
Son escenas de una vida real, tuve el gusto de conocer a esa señora.
Un abrazo.
Esteban
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