Y llegó sin querer,
sin avisar,
sin llamar.
Y mi puerta abrí
y estaba ahí.
Tendió su mano
y, sin saberlo,
acarició mi alma...
Y sentí calma.
Y la acogí
entre mis manos,
como a un gorrión,
con el corazón.
Y volví a la vida,
a reír, a sentir.
Y mi corazón a latir
porque es feliz.
Germen de Poeta, II.MMXVIII
- Autor: Germen de Poeta (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 11 de marzo de 2018 a las 09:59
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 25
- Usuarios favoritos de este poema: Luna en mar
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