Un nuevo albor
extasiado florecía
en el pesebre
del amor;
y el brillo de una estrella
sobre mi piel… se adormecía.
Sin llanto
y ruiseñor,
un canto reflejaba
sobre el iris
de sus pupilas;
y, entre las yemas
de sus blancas manos,
mi corazón amanecía.
En el orujo
de sus labios,
se encendían
sus pasiones;
dejando en el cáliz
de mi boca… se embriagaran.
Jorge Aimar Francese Hardaick
Escritor y poeta - Argentina
Derechos de Autor©
- Autor: Jorge Aimar Francese Hardaick (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 11 de marzo de 2018 a las 10:26
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 20
- Usuarios favoritos de este poema: Evandro Valladares
Comentarios2
Jorge siempre un gusto leerte, mi saludo de amistad , amigo
Gracias por tus palabras y ésta grata compañía que enaltece a mis humildes escrituras. Felicidades y un apretado abrazo, apreciado amigo poeta Fabio.
Ya días no pasaba por tus letras. Placer hacerlo. Felicidades amigo.
Tus palabras, al deshojarlas, se me vuelven sentimientos apreciado poeta Evandro. Gracias por tu grata compañía. Recibe un apretado abrazo y cordial saludo.
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