¿Quo Vadis Venezuela?

Cuestión de estadísticas, a Venezuela no la perdimos,

decidió su trágico destino una mayoría con insania y ambición

y con absurda irracionalidad…

Disculpen mis cálculos aproximados a una realidad

que los organismos encargados jamás sacarán a la luz pública,

por razones obvias de un proceso maquillado y amañado,

que ya casi cumple dos décadas de un fraude mediático

con un plan maquiavélico y criminal.

De un cien por ciento de sus ciudadanos,

me permito presentarles, la cuenta que no da na´:

Una selecta cúpula muy reducida, que no supera el millón

conforma una mafia de delincuentes

que se quiere en el poder eternizar…

Un número casi idéntico conforma otra casta

de politicastros reunidos en una cómplice mesa de la unidad.

La suma parcial hasta ahora no supera

a los dos millones de irresponsables

que del “responsable” acto de la política

hicieron un estercolero y basural.

Más del millón ingresaron a las fuerzas armadas (FAN)

para dedicarse a robar con patente de corso y con derecho a votar,

y adicionalmente a extorsionar, a delinquir, al narcotráfico inmoral

y al amedrentamiento, a reprimir y a burlarse

de la maldición de Bolívar allá en la eternidad.

Unos tres millones de civiles que, sumados a la anterior cantidad,

aplauden rodilla en tierra con ignorancia y conformidad,

son las focas amaestradas de un circo romano sin pan.

Unos diez millones decidieron hacerse los apáticos

y la mirada voltear con indiferencia, de todas formas,

su supuesta neutralidad es supina complicidad.

Unos 200.000 están en la cárcel por hacer uso de la valentía,

por manifestar su inconformidad y protestar

Más de 4 millones decidieron marcharse en cruel éxodo forzado,

según el adjetivo del régimen “frustrados” de tanto infructuoso “guarimbear”,

y en está diáspora y destierro intercalados y camuflados,

más de un chavista disfrazado con mal sanas intenciones

quiere en otro país volver a medrar y parasitar.

Sólo unos cinco millones se quedaron

en el país con la moral por el suelo y las esperanzas perdidas,

pero jamás venderán su dignidad.

Unos 500.000 ya no pueden hablar,

de manos de los genocidas por una bala homicida

o de un sistemático holodomor, sin alimento ni medicina,

en un panteón y campo santo están,

Y el resto, más de cinco millones no opinan, por ser menores de edad.

Y con esas cifras el régimen tiene el descaro

de decir irá a elecciones muy democráticas

con mucho civismo y normalidad.

A Venezuela no la perdimos, la obtuvieron

con torcer la mentalidad de un ciudadano que aplaude el aciago

y fatídico destino hacia dónde vamos.

Por Hermes Varillas Labrador

1816                   09/03/2018

Como un humilde comentario al conversatorio de los insignes autores Boris Muñoz y Alberto Vergara ...

http://www.up.edu.pe/UP_Landing/quo-vadis-venezuela/default.aspx

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Consciencia pueblo de Venezuela - II Entrega

La indiferencia es una forma de vil esclavitud

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