Ninguna
Velamen abombado por el viento
sobre la inquieta planicie de los mares,
das vida y veleidad a los humanos
en la feria de sus vanidades.
Ya nadie en español te da el sonido
que otros idiomas respetan todavía,
pero respondes a tales desacatos
mostrando el quinto numeral romano
y siendo el símbolo eléctrico del voltio,
del dúctil y metálico vanadio,
del inestable volumen y la velocidad.
En contubernio con el 1 y con el 2
sellas las armas autopropulsadas
que aquellos dementes alemanes
lanzaron en su guerra universal,
como destructivas precursoras
de los últimos cohetes teledirigidos
hacia los centros de la humanidad.
Si estás insatisfecha te unes a la A
para simbolizar el voltio-amperio,
unidad de potencia, más ilusa que real,
en las corrientes conocidas como alternas.
Te recuerda el soldado en su valor
al mezclar la vanidad con el deber
y la esperanza de vencer al enemigo,
antes de volver a la vagancia
con que sueña detrás de la trinchera
que tantas veces se torna sepultura.
Ahora me despido hasta que pueda
cantarte de nuevo cual mereces
por ser el Valafar de mi tragedia,
ya que dicho demonio me acompaña
con su cuerpo de ángel, y también
como león patiganso y de cabeza,
más su cola aliebrada y vivaracha
que le gusta presagiar el porvenir.
- Autor: 000 (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 12 de marzo de 2018 a las 13:52
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 10
Comentarios1
excelente poema con alegorías que presagian el porvenir
Gracias Edith. Eres amable y generosa. Cordial saludo.
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