Justo a mí tenía que pasarme,
Enamorarme de una mujer prohibida
Porque así lo quiso el destino,
Porque así lo quiso la vida.
Yo que a nadie buscaba
Aunque estaba solitario,
Muy a gusto me encontraba
Haciendo al día mi Rosario.
A pesar de mis plegarias
No sé por qué extraño sino,
Tú apareciste en un momento
Y te cruzaste en mi camino.
Debo decir que con agrado
Recibí este nuevo encuentro
Sin saber que tú serías
Mi más dulce y cruel tormento.
Pues me enamoré con locura,
Con amor adolescente
Y muy rápido calaste
En mi cuerpo y en mi mente.
Al principio de este idilio,
Entre cortejo y gentileza
No había nada más placentero
Que acariciar tu pie bajo la mesa.
Lentamente y poco a poco,
Creció la necesidad de tí
Y entre besos y caricias
La cordura yo perdí.
Pues te fuiste enquistando
Tan adentro de mi ser,
Que tu ausencia por las noches
A mi me hace fenecer.
Y aunque quiero despojarme,
De tu adicción y ser muy fuerte
De mi corazón tu te adueñaste
Estarás ahí hasta mi muerte.
-. Par
- Autor: Par (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 14 de marzo de 2018 a las 10:48
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 34
- Usuarios favoritos de este poema: Ӈιρριε Ʋყє ☮
Comentarios1
Tengo en mis carnes esa experiencia, ya de eso hace mucho claro, lo pase muy mal porque también fue mi primer amor, así que leyendo tu poema me he sentido identificado Pablo, un fuerte abrazo.
Hola Ramon. Un placer tu comentario y un honor que te hayas visto identificado en mis humildes letras.
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