Se escondió en las arrugas,
de la piel agrietada.
Tez teñida de azules,
como mares en calma.
La vejez sometida,
en su vieja morada.
Voz pausada, quebrada,
conteniendo las ganas.
Vive la sombra ausente.
Incorpórea mirada.
Suave roce de manos,
entre la piel plegada.
Como un destino oculto,
vivo en la madrugada.
A los audaces vientos,
sometida la estampa.
Versos de media Luna.
Que rebosan palabras.
En la queda penumbra,
de la sabia mirada.
Presos los finos músculos,
prisioneros y ácratas.
Serenos y rebeldes.
Ausentes y presentes.
En su prudencia nómadas.
Frágil hoja que vuela,
con infinita calma.
Tiempo que va dejando,
en huesudas espaldas.
Demasiados recuerdos.
Excesivas palabras.
Lastres de las vivencias,
tenazmente apiladas.
Frutos de la cosecha.
Largamente sembrada.
La sabia recolecta,
que se ofrece al probarla.
Agridulces sonidos.
Pero bella la esencia,
en los pliegues guardada.
A. L.
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- Autor: alupego (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 16 de marzo de 2018 a las 06:03
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 84
Comentarios1
Las huellas del paso del tiempo.
Saludos
Gracias por comentar. Saludos.
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