En las residuales horas
de esta madrugada abrupta
tendré que reencontrarme
con la indiferencia justa.
Cobijado por palpables
tinieblas sin hendiduras
que de improviso retuercen
insondables sepulturas,
aniquilaré vestiglos
que en mi vigilia se escudan
para proferir horrendos
gemidos que siembran dudas
en los horizontes negros
de reticencias vetustas.
Dobleces contradictorias
dotadas de escasa enjundia
desafían mi sopor
ignorando que ninguna
de sus vanas artimañas
me desviará de mi ruta.
Surge empleándose a fondo
con ulular de lechuzas
que me rebuscan a tientas
a través de la negrura,
establecida en los límites
de la inasumible culpa.
Desdentada me amenaza
la cruel madrugada abrupta
tratando de arrebatarme
las incontestables dunas
del desierto sensorial.
Ando rebuscando una a una,
para no precipitarme
en su azabachada astucia,
olvidadas intuiciones
con el fin de abolir brumas
que pesan como cadenas.
La luna ya no es la luna,
es luz al fondo del tunel
que sin voz me llama, y muda
confía en desprestigiarme.
Con su sugerencia impúdica
reclama insistentemente
mi presencia en su amargura.
¿Cuándo cesará en su empeño,
esta madrugada abrupta,
de tratar de seducirme
para llevarme a su gruta
manteniéndome cautivo
sin dejarme escapar nunca?
- Autor: Joseponce1978 (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 18 de marzo de 2018 a las 01:40
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 16
- Usuarios favoritos de este poema: Héctor Martínez Sanz
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