Un papa sin aires de cardenal
ha hecho reformas en el vaticano,
redecorando con su propia mano
el castillo de la doble moral.
Ha retirado el oro del altar
y en su lugar ha plantado un manzano
para alimentar a su pobre hermano
con el fruto prohibido de Eva y Adán.
Remendada sotana que se arrastra
por el lujo barriendo el despilfarro.
Santísimo con los pies en el suelo
que predica con el ejemplo y castra
de raíz egoísmos sin desgarro.
Abnegación envuelta en un pañuelo.
- Autor: Joseponce1978 (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 20 de marzo de 2018 a las 18:07
- Comentario del autor sobre el poema: No soy creyente. Solo creo en los hombres que, aun pudiendo llevar una existencia rodeada de lujo, renuncian a ello para vivir de manera austera, sea cual sea su credo o ideología.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 25
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