Las mil pulsaciones.

Mil pulsaciones que significan que no te quiero, que yo no quiero atarte a mí, ni robar tu tiempo, ni gastar tu dinero, y tampoco tenerte en cada rincón que visito del mundo, mil pulsaciones que tienen la capacidad de decirte desde la distancia que no quiero tus planes, ni tus historias, ni mucho menos escuchar tu risa. Mil pulsaciones nocturnas que no me dejan dormir recordando nuestros momentos, pero que aparto porque yo ya no te quiero, de verdad, no te quiero porque, querer  es algo pasajero, es ya, es ahora o mañana, o cerca del fin de semana, y ¡NO! Es que yo te amo, por eso no espero nada de ti, por eso las mil pulsaciones no tienen afán de quererte y mucho menos las ganas de extrañarte, yo no sé, pero, ojalá tú me quieras en tu futuro, en tu tiempo, en tus historias, en tus viajes, en las mañanas frías, en el invierno, el verano, tomando un café, leyendo un libro, ojalá me amaras para que las mil pulsaciones te trajeran a vivir a mis poemas y canciones; es un asunto del corazón porque ya me rendí queriéndote y si te vas para siempre ahora, pues yo me quedó amándote sin necesidad de esperarte. No tengo afán, amo tan real que muchas noches logro llegar a ti, y tú me recuerdas e irrumpes en tus sueños sintiéndome cerca, y las mil pulsaciones de tu corazón me lo hacen saber.

Le quité el tiempo al amor, porque aprendí que no quiero  instantes de nadie que quiera correr en la vida.