* La Tempestad (El faro II - El último pirata)

Wellington Rigortmortiz

Alma de Océano,

la tempestad

trata de apagar

la flama de pasión

que llevo en el espíritu,

…el viento sin piedad

sopla fuertemente

desnudándome la vida,

el mar con

su liquida esencia salina

empapa mi corazón

que adolorido late fuertemente,

mi cuerpo inútil flota

sobre los escombros

de la carabela destrozada,

el destino me a arrojado

a esta, quizás,

mi ultima aventura,

el cansancio debilita mi ser,

la muerte emerge

de las entrañas de mi madre,

ella, nada puede hacer,

pues su deseo

es que yo duerma eternamente

al interior de su oscuro

y delicado vientre,

retornar a todo aquello que deje

por conquistar la naturaleza

paradójica del amor,

monstruosas olas

se levantan sobre mi,

el temor hiela todos mis sentidos,

la lluvia, emulando un segundo

inútil bautizo,

trata de purificar mi alma, mi piel,

…en ayuda, mi ángel ilusamente

me tiende su mano para elevarme

a un firmamento tan enfurecido

como el mismo Dios para los dos,

en los varios intentos fallidos

una ola gigantesca con su estampida

borra su presencia para siempre,

…solo, ante la desgracia,

mecido cruelmente por mi madre

entre sus atroces brazos líquidos,

mi padre termina

con mi lucha por sobrevivir

encajándome su tridente,

hiriendo de muerte cuerpo y alma,

arrastrados al fondo, agonizantes

viajan como en un túnel del tiempo,

inerte flota mi carnación en este gran

reloj de arena en su fondo,

escondida el alma planea en el ascenso

escapar en la plena quietud de mi madre,

pero ella, muy ingeniosamente

ha congelado su piel, que transformada

en una cristalina ventana,

es la prisión despiadadamente cruel

que confina para siempre cuerpo y alma

en árticas tierras lejanas, mirando a lo lejos

solo una estructura destrozada,

las abatidas ruinas, de aquello

que alguna ves fue un faro.

  • Autor: Rigortmortiz (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 21 de marzo de 2018 a las 13:28
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 63
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