Dicen que la poesía es un trabajo estéril y no sirve para nada. Es una pérdida de tiempo en este mundo globalizante y amorfo, un desperdicio del intelecto, una entelequia espiritual mal retribuida.
La poesía se emplea para aplacar las tormentas del alma, redimir a una mujer o un hombre o llenar el corazón de ese sentimiento llamado amor. Puede, en dosis bien servidas, alimentar el espíritu, asustar una soledad y alejar una tristeza. Sirve también para reflexionar acerca de si las piedras hablan o si la luna es medicina para el mal de amores.
Por medio de la poesía podemos hacer hablar las flores y voltear el cielo de cabeza, cambiar la tarde de lugar. Es un buen recurso para transgredir la monotonía y curar el insomnio.
Un simple verso trastoca el sentido de una palabra, de un enunciado. El verso es una transgresión del sentido común, un ahogado del poeta, un halo místico que impulsa los dedos, un flagelo al silencio.
A través del verso el poeta reflexiona acerca de la vida de una mariposa, de la muerte de un minuto en las manos del tiempo. Por medio del trabajo refinado de la palabra se desdibuja el rostro de un recuerdo, la desventura de un te quiero en la boca del blasfemo.
En fin, la poesía es útil de muchas maneras, pero sobre todo es instrumento para observarnos a nosotros mismos, como expresa el poeta y pintor chino Xingjian. Porque cuando se concentra la atención internamente surge la poesía y empieza la aventura emocional de la palabra.
Octavio Paz afirma que la poesía no es una actividad mágica ni religiosa, no obstante el espíritu que la expresa, los medios de que se vale, su origen y su fin, muy bien pueden ser mágicos o religiosos. Mientras que en la religión lo sagrado cristaliza en el ruego, en la oración, en el éxtasis místico, en un diálogo o relación amorosa con el creador, el poeta lírico entabla un diálogo con el mundo; en ese diálogo hay dos situaciones extremas: una de soledad y otra de comunión.
¿Qué pretende el poeta cuando expresa su experiencia? Paz contesta: “La poesía ha dicho Rimbaud, quiere cambiar la vida. No piensa embellecerla como piensan los estetas y los literatos, ni hacerla más justa o buena, como sueñan los moralistas. Mediante la palabra, mediante la expresión de su experiencia, procura hacer sagrado al mundo; con la palabra consagra la experiencia de los hombres y las relaciones entre el hombre y el mundo, entre el hombre y la mujer, entre el hombre y su propia conciencia. No pretende hermosear, santificar o idealizar lo que toca, sino volverlo sagrado. Por eso no es moral o inmoral; justa o injusta; falsa o verdadera, hermosa o fea. Es simplemente poesía de soledad o de comunión. Porque la poesía que es un testimonio del éxtasis, del amor dichoso, también lo es de la desesperación. Y tanto como un ruego puede ser una blasfemia”.
El poeta, agrega Paz, tiende a participar en lo absoluto, como el místico, y tiende a expresarlo, como la liturgia y la fiesta religiosa. Esta pretensión lo convierte en un ser peligroso, pues su actividad no beneficia a la sociedad; verdadero parásito, en lugar de atraer para ellas las fuerzas desconocidas que la religión organiza y reparte, las dispersa en una empresa estéril y antisocial. En la comunión el poeta descubre la fuerza secreta del mundo, esa fuerza que la religión intenta canalizar y utilizar, a través de la burocracia eclesiástica. Y el poeta no sólo la descubre y se hunde en ella: la muestra en toda su aterradora y violenta desnudez al resto de los hombres, latiendo en su palabra viva en ese extraño mecanismo de encantamiento que es la poesía.
La poesía es la revelación de la inocencia que alienta en cada hombre en cada mujer y que todos podemos recobrar apenas el amor ilumina nuestros ojos y nos devuelve el asombro y la fertilidad. Su testimonio es la revelación de una experiencia en la que participan todos los hombres, oculta por la rutina y la diaria amargura. Los poetas han sido los primeros que han revelado que la eternidad y lo absoluto no están más allá de nuestros sentidos, sino en ellos mismos. Esta eternidad y esta reconciliación con el mundo se producen en el tiempo y dentro del tiempo, en nuestra vida mortal, porque la poesía y el amor no nos ofrecen la inmortalidad ni la salvación. Nietzche decía: “No la vida eterna, sino la eterna vivacidad: eso es lo que importa”.
Luego entonces la función de la poesía, en un mundo vacío pero computarizado sirve de mucho y aunque no alivia, ni corrompe, purifica. No tiene más ideología que un alma y un espíritu en confrontación con todo lo que le rodea. El periodista Braulio Peralta, en el prólogo a una larga y de las últimas entrevistas a Octavio Paz sentencia: “Heraldos de sí mismos, los poetas viven un mundo aparte: mensajeros del destino, en los tiempos modernos, pocos, muy pocos los escuchan, los leen y atienden. Vivimos con los ojos abiertos pero ciegos ante las premoniciones que nos anuncian. ¿De qué sirve pensar y sentir si todo ello no ayuda a vivir más y mejor? El ser y la nada nos arrojan al vértigo de la ignorancia. Tendrá el poeta que gritar sus versos por teléfono, enviarlos por fax, a través de Internet, o leerlos por televisión? Hasta eso, en los tiempos actuales, le está vedado; nadie quiere oír verdades a fin de siglo. Eliot seguirá vivo para los mass media.
En tono de queja Peralta señala: “La poesía -la palabra del poeta- ha sido menospreciada en este siglo. Pero no ha muerto. Dicen que cada 50 años nace un poeta -poeta mayor, con ideas- en cualquier país. Poetas que defienden la poesía, porque los versos son inseparables de la defensa de la libertad. Sí: la poesía no se lee en los estadios. Pero no agoniza. En medio de la turbulencia del fin de siglo, algo queda: un puñado de hombres que describen el mundo con versos y prosa poética.
A tí...
Que… ¿Qué es poesía?
Me has preguntado con tu antorcha encendida
frente a mí
mientras la luna se ocultaba
Y sus lágrimas acarician
tu rostro de cristalegrí.
Ella es un sueño – Te decía –
La más extraña utopía,
una bandada de melancolías;
un tropel de pensamientos
donde rima vida y vida
y esa llama que confía,
y un pañuelo enamorado
que besa tu rostro mojado
mientras la luna se viste de gris.
Racsonando andoo
- Autor: Racsonando (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 21 de marzo de 2018 a las 17:19
- Comentario del autor sobre el poema: Saludos poetisas y poetas. Porque ustedes multiplican pensamientos y en cada uno de sus alientos se aviva la enorme llama de la palabra POESÍA. ¡Bendiciones para ustedes!
- Categoría: Amistad
- Lecturas: 50
- Usuarios favoritos de este poema: racsonando, Yolanda Barry, Mael Lorens, Texi, YA SABES QUIEN, El Hombre de la Rosa, Alexandra L, María C., Maria Hodunok., AZULNOCHE
Comentarios10
te fuiste con un grande,Octavio Paz,gracias.feliz dia amigo.
Muy agradecido con tu presencia.
Un gran abrazo.
Excelente escrito ....👍
Siempre complacido con tu presencia.
Grande ese abrazo.
Esplendida investigación, brillantes pensamientos plasmados y en el centro la poesía y en torno suyo los que amamos la palabra que de ella emana y nos cautiva.
Eres grande amigo.
Abrazos.
HECTOR ADOLFO SANCHEZ
Saludo mi buen amigo.
Es sumamente grato poder compartir el beneficio de nuestros gustos y pasiones.
Vaya mi gran abrazo.👍
La poesía no está en las palabras ni en los versos, es lo que está en ti.
Un abrazo amigo
¡Que así sea!
Grande mi abrazo.
Los latidos del tiempo se llenan de poesía al recordarlos, porqué jamás volverán por ser pasado estimado Racsonando
Un grato placer leer tu versos
Un fuerte abrazo de amistad
El Hombre de la Rosa
El placer siempre será poder compartir estas ideas que brotan para el Alma.
Un gran abrazo.
Bella entrega, sueño y sentir que se hace realidad en las letras, eso es poesía. Placer leerte.
Saludos, feliz tarde, Alex.
Gentil y bella vuestra visita.
Mi gran abrazo.
¡ Que hermosa es la Poesía !.
Y tu la pones en su justo valor.
Un placer leerte.
Un abrazo.
Tus gentiles palabras iluminan nuestras ideas.
Mi gran abrazo.
Es una terapia que suaviza el dolor del alma
Gracias por compartir tan excelente sentir.
Agradecido.
Mi gran abrazo.
Saludos, y un abrazo virtual pero sincero.
Excelente, poeta.
Un informe absolutamente real...con una poesía final...de lujo.
Un placer leerte.
Abrazos.!!!!
El placer es mío. Compartir con personas como tú es toda una gran experiencia.
Mi gran abrazo.
Ha sido muy interesante y enriquecedor el leerte.
Un saludo afectuoso! !
Gracias. Ese es un sentimiento compartido contigo y extensivo a una buena cantidad de ideas, como autores, en este portal.
Vaya mi abrazo fraterno.
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