solo espero...

Principalmente espero que el amarilla sea real…

Sentado en una banquita esperé y sigo esperando, espero todo.

Sentado en una banquita y una mesa manchada con pegotes de azúcar espero mi café,

Espero soluciones, pensamientos trascendentales, que el tiempo pase, espero la cuenta y la devuelta.

Espero que no me retiren del lugar por no consumir más…

En esa banquita sigo esperando la hora exacta para una cita de trabajo,

Dejo mi banquita por el momento, mientras llego a la banquita del paradero de buses y me siento a seguir esperando,

Espero la ruta, espero que la ruta pase rápido, espero por encima de todo que no vaya tan llena, espero que el chofer del bus sea bastante gentil porque me faltan quinientos pesos para el pasaje.

Me subo al bus e inmediatamente busco de una manera disimulada la mejor banquita, con su mejor ventilación pero todas parecen estar llenas, al fondo de ese pasillo manchado y sucio una banquita bastante maltratada en medio de una pareja de novios que al parecer están molestos, Espero que no se manoteen encima de mí.

Espero con ansias que llegue la noche para ver a ese  amor de labios rojos  que espero que me reciba con una sonrisa gigante y me arrope con sus dulces brazos.

En este preciso instante espero que no se llene más este bus porque las multitudes me hacen sentir solo… solo espero llegar a esa oficina y que sea apto para el trabajo y de todo el gusto del jefe y por encima de todo espero que me acepten la idea de un adelanto del sueldo para que después de tanta espera pueda sentarme en la banquita más cómoda y elegante del mejor restaurante y estando ahí sentado esperar ese brillo delicioso de sus ojos que solo espera que la hagan sonreír.

Once de la mañana, espero sentado en esa banquita rellena de espuma suavísima el turno para mi entrevista, espero no quedarme dormido en esta banquita y no escuchar el llamado.

Estoy justo en medio de ese sofá y ese escritorio justo en medio, en la banquita de los entrevistados, espero que no me pregunten si tengo problemas con el alcohol.

Solo quiero que llegue la noche para ver esa luz de mi oscura vida…

Seis de la tarde- noche, mientras espero el brutal oleaje de su voz, le escribo estos versos que espero que le gusten,

 -“Que dulce te sobra para sentir el amargo de tu café, deja que la naturalidad del sabor te lleve por esas turbias aguas que reposan en el recinto al que quieres llegar, que el sudor de tus ojos posee en el amargo destino de nuestro amor, el dulzor lo pondrán las caricias de nuestras miradas”.

Me canso de la espera y la llamo para acelerar ese acontecimiento inaudito de pasión, espero que cuando llegue no se dé cuenta de lo ansioso que estoy, que las mariposas que se generan no se salgan por mis oídos y boca, todo tranquilo, se sienta en esa banquita que la estaba extrañando más que yo, nos besamos, nos reímos, lloramos y nos reímos, cambiamos de banquita, las usamos todas, nos acostamos en todas, las ensuciamos todas, nos paramos en ellas, gritamos con toda y nos sacan del lugar…

Espero que esta noche no se acabe y le propongo ir a mi casa para sentarnos en una banquita que decore para ella, espero que acepte mi propuesta indecente, para que la espera sea más placentera, le doy el poema que le escribí, espero que le guste el poema y que esto conlleve a que me acepte la propuesta…esa banquita decorada explota en mil trescientos noventa y cinco fragmentos azules, rojos, amarillos y todos ardiendo de todo, de felicidad y de todo, exploto en colores llenos de todo. Se apagan esos dulces ojos y espero que no se despierte para que no se asuste porque la observo dormir, es como un delfín azul hermoso en medio de un océano azul hermoso. Amanece y espero que me despierte con un beso, se marcha y espero que no tan lejos.

Sigo mis días pensando y esperando cuando la volveré a ver, espero que pronto porque la amo y espero que lo sepa.