A veces me tortura el tener que encubrir que me gustas,
que me atrae tu delicado perfume a mujer,
tu esencia limpia, tu esencia pura,
a veces no sé qué hacer conmigo cuando no te tengo a ti
y otras veces simplemente no sé qué hacer cuando te tengo aquí,
a veces busco en el vacío del tiempo espacio para ti, para mí,
para un nosotros que dure para siempre y que tenga sabor a amor.
A veces siento que tu presencia dura poco y tu esencia se vuelve eternidad,
a veces siento como la ruina de nuestra cama me recorre la columna vertebral,
me recrimina el deshabitado lugar al que tu cuerpo ya no aviva más,
nos niegas el calor que nos satisface sin cesar,
te conviertes en la pena y el verdugo que me arrodilla a la soledad.
A veces siento que eres una estrella fugaz,
pasas por mi vida y me dejas deseando más,
a veces creo que solo eres un huracán,
me dejas devastado en este frío lugar,
desamparado entre la vida con sabor a muerte
que es la confirmación de que no volverás.
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