Como el agua que cae,
del grifo y busca siempre
rauda el sumidero,
se nos pasa la vida,
perdidos en un mundo
hostil que no deseo.
Se te antoja una nota,
la síncopa que rompe
la armonía de mis latidos,
y al pasar de los años,
no te conozco y yo
soy para tí un silbido.
Cuanto te necesito
me duelen en el alma
las palabras que te escribo.
No quisiera aburrirte,
con melodramas
hilvanados de lo absurdo,
pero ya no te entiendo,
te perdí y no te encuentro
por más que te busco.
Dos idiomas dispares,
dos cometas
con trayectorias diferentes,
cual si hubiere lugares,
donde el amor se inventa
aunque no se siente.
Cuanto te necesito,
me duelen en el alma
las palabras que te escribo.
Lejos de reflexiones,
y vagas estrategias
torpes de un poeta,
invento mis canciones,
ya sé que la verdad
no está al alcance de cualquiera.
Si cambiamos el foco,
verás que los colores cambian
pero no la esencia,
aunque quieras negarlo,
"que si" es otra forma
de reconocerme que lo niegas.
Cuanto te necesito,
me duelen en el alma
las palabras que te escribo.
- Autor: M.G.Ratia (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 23 de marzo de 2018 a las 03:20
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 74
- Usuarios favoritos de este poema: Jorge Horacio Richino, Evandro Valladares
Comentarios6
Se revela un hondo sentimiento en estos versos!
Palabras para alguien que ya no está, pero se extraña su presencia!
Hermoso poema, delicadamente desgranado!
Complace su lectura!
Un gran abrazo!!!
No, ya no está...
Es que la necesidad hace que nos veamos huésped y nos deja en pausa siempre.
Una pausa que dura demasiado tiempo... gracias por leer.
Palabras de nostalgia de un profundo sentimiento traducido en bellas letras. Saludos.
Mil gracias Evandro.
Hermosa melancolía que al leer acompaño con música de bolero.
Un abrazo fuerte.
Siempre agradecido Luibarca.
¿Una ola de pesimismo nos invade?
El embrujo de Sevilla, unas manzanillas de barril y una música apropiada sería mi receta.
Sentidos y acertados versos. Te felicito.
Un abrazo.
Xabier
Sí poeta, las golondrinas siempre son negras... pero estas golpearon los cristales de mi atardecer allá por el... (hace unos años)...
Después de ellas, ha florecido la madreselva en varias ocasiones, mas ninguna flor aguanta el invierno. Y entre verso y verso derramado en algún oído, una copa de manzanilla es una buena receta ...y la música de Sevilla claro !!!
Un abrazo Abando.
Dios, dolor y excelencia, tres palabras de empaque para una buena rima.
Yo no sé vestir la tercera pero te la agradezco aunque me quede grande, Anna. Que descanses.
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