Si supiera quien vive,
en el fondo del alma.
Pediría que me diera,
una brizna de calma.
Ensoñado y perdido.
Taciturno, sin rumbo.
Peleando entre ojeras,
las cambiantes ideas.
Sumergido en el lago.
Un batel sin madera.
Unos remos de niebla,
figurando que reman.
La canción se revela.
Como un eco lejano.
Unas notas de nieve,
sobre la alfombra yertas.
Salpicando lo sueños,
con luciérnagas negras.
Un recuerdo que viene.
Un dolor que se aleja.
Un suspiro que aspira,
a ser grano en la tierra.
Una fuente agotada.
Sortilegios y meigas.
Flacos duendes danzando.
Pero gordas las penas.
El estanque sin agua,
que atraviesa la tierra.
Esa luz que se esconde.
Que nadie quiere verla.
En lo profundo hermosa.
En su rostro serena.
Sonriendo al destino,
que en la caverna espera.
Esa luz es el reto,
que la vida interpreta.
A. L.
http://alupego.blogspot.es/2
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.