Si alguna vez el destino, te empuja al borde de la vida y no puedas ver los crepúsculos cómplices, ni el fantasioso arco iris, yo estaré atento, vigilante, en los bordes de la aurora. Y será un esperado encuentro. Cruzaremos estoicos, el fuego devorador del desierto, y será el cielo de tus ojos, y el abrigo de tus brazos, quien me de fuerzas para tenerte. Si tú supieras, que en los murallones verdes, en el camino de las sombras, en el bendito encuentro del sol con el paisaje, en la hora primera, florecen los besos de fuego, en los minerales rostros que no envejecen, ahí en la extensión del viento, en el germinado éxtasis, tu desesperado corazón, ya no sangraría. Y como las torcazas, en los nidos protectores... amanecerá junto al mío.
- Autor: Carlos Brid ( Offline)
- Publicado: 23 de marzo de 2018 a las 18:28
- Categoría: Amor
- Lecturas: 32
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