Escuché la voz de Dios
en los labios de mi amada,
de belleza y galenteo...
los amores me enardecen,
ya se intuye
la gloria desvestida...
de una vida
sin decoro,
en los ósculos
zaheridos...
de una gracia
azul distante.
Escuché la voz de Dios
en los labios de mi amada,
de belleza y galenteo...
los amores me enardecen,
ya se intuye
la gloria desvestida...
de una vida
sin decoro,
en los ósculos
zaheridos...
de una gracia
azul distante.
Comentarios2
Me gustó.
Un abrazo
sin decoro,
Saludos afectuosos
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