Escuché la voz de Dios
en los labios de mi amada,
de belleza y galanteo...
los amores me enardecen,
ya se intuye
la gloria desvestida...
de una vida
sin decoro,
en los ósculos
zaheridos...
de una gracia
azul distante.
- Autor: pani ( Offline)
- Publicado: 24 de marzo de 2018 a las 11:44
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 58
- Usuarios favoritos de este poema: María C., David Arthur
Comentarios2
Quizá sea esa la explicación de Dios, la distancia de la razón y el vehículo del amor, acortándola vanamente en el intento por llegar a él.
Un abrazo.
Esteban
Te salió dos veces, y dos veces me gusto leerte PANI.
Un abrazo.
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