Sei la donna che passa
Come una foglia
E lasci agli alberi un fuoco d’autunno.
GIUSEPPE UNGARETTI
Viene derrepente tu presencia sin carne
traes ausencia
y un día entero y mudo.
Siento, pero no veo los pasos que das,
eres en ese momento un cielo opaco
olvidado de sus mil ojos
y también de esa perla sedienta de oscuridad.
Vienes
a dejar tu espada húmeda en la sien
y un aroma pesado en la madrugada
vienes
a dejarme el caballo relámpago
y su galope estro palpitando dentro de mi pecho.
Vienes
sin la aurora plateada que despunta de tu vientre
sin tu mirada zigzagueante
sin el hechizo marino de tu silencio
sin tu calma sólida
Vienes
y dejas un fuego de otoño
un nido de cenizas
donde la soledad es inefable
de crudo calor.
- Autor: Adrian VeMo (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 4 de junio de 2010 a las 08:14
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 153
- Usuarios favoritos de este poema: Elisabeth Gómez Rascón
Comentarios6
Me trajo tu poema un sentimiento profundo de nostalgia, pero cargada de tristeza y de casi, casi un reproche silencioso que crece y crece en tu corazón, a pesar de pasar bien el día cuando llega la noche y estas a solas contigo mismo, ahí es cuando de tu interior brota todo esto contra lo que luchas a diario.....bueno, ya sé que solo es un poema y a mí esto se me represento.
Un abrazo Adrian
Me ha gustado mucho tu comentario, y tu interpretación, sin duda parece que te pusiste en mis zapatos. A veces quisiera que sea sólo un poema, pero no; es añoranza cierta.
Gracias y un abrazo a ti.
Precioso... preciosas metáforas, siempre consigues que las palabras cobren sentido, tenga fuerza, aunque sean el cielo y las ausencias... que son tan usadas y recurso rápido. Tu pluma hace que parezcan palabras nuevas... mil aplausos...
Y me replanteo que, si ella no viene... quizá podrías ser tu el que vaya ¿no crees?
Un abrazote y muchos besitos.
Nunca he asistido a una obra de teatro representado por marionetas, pero las he visto por tv, además porque no me gusta tanto ese gesto quieto de sus rostros, fingidos y otros fríos. Ya te preguntarás ¿pero este qué tiene? Pues ahora que lo mencionas en tu replanteo, creo que otro motivo por el cual no me gustan las marionetas es que me parezco a ellas. Quizá también tenga ese gesto frío, pero no, no me refiero a eso sino me parezco a ellas por tener hilos, a veces he creído que las marionetas quisieran estar en otro lado que no sea el escenario y que quisieran cambiar de gesto, pero no pueden si las manos que las manipulan no lo hacen. Es así, siento que estoy en un escenario, pero colgado... fuera de función.
Ya quisiera ir por ella y me da ganas de burlar los hilos de metal. También me pregunto ¿si piensa que vaya, como yo pienso a que venga?
pd: disculpa tanta tontería, que tengas buen día 🙂
Y lo he tenido, al buen día me refiero por supuesto. Me ha gustado el replanteamiento... esos hilos que una no sabe si aparecieron de la nada porque sí o se fueron creando... yo creo que son una mezcla de ambas cosas... Y las manos... dichosas manos que las mueven porque a veces no nos gusta el gesto que ofrecen, ¿no? Parece inevitable, conforme pasa el tiempo mas me doy cuenta de ello, y es que no siempre gusta la función, el público y el decorado, quizá sea el precio que hay que pagar cuando un títere entiende que es un títere... ¿será cuestión de acostumbrare?
En fin pequeño, me pone un poco triste que esa soledad sea inefable, al menos pienso que esa chica piensa de igual modo al tuyo en las idas y las venidas... me da esa impresión.
Que pases un buen día de domingo, que descanses.
Besos y abrazos.
Waw amigo, en mi ausencia te extrañe!!, esas letras, esa pasion... Es un lujo leerte, sabes? Saludos!!
Magnifico, es un placer el haberte...Leído...
Besos!!!
Kalita..
SE EXTRAÑA CUANDO NO ESCRIBES, POR LA PERSONALIDAD DE TUS POEMAS.
EL OTOÑO NOS INVITA A ESA NOSTALGIA QUE SE PARECE MUCHO A LA SOLEDAD.
HERMOSO, COMO TODO LO QUE ESCRIBES.
CARIÑOS POETA.
muy buen poema amigo, la soledad, y los problemas suelen ser tan sinicos, y nada pasajeros, se adhieren a nuestra alma como sangijuelas invisibles. estar feliz es insuperable, pero estar triste es sin duda mucho mas comodo que lo primero.
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