El perdón, se viene o se va, con saña
con el frío de la regadera sobre la espalda.
Florece, más de raíz que por motivación.
Mi perdón, el de tantos y tantas, la funda de la espada, el que me hace sentir más al agua que a las personas.
El que se da y se quita a veces, el que pronuncia la tregua con miles de muertos, el que deriva lágrimas y resignación.
Perdón mío y de la vida, apología del pecado no escrito, sátira de los vacíos, carcajadas de los insensibles. Perdón; viento enlatado que se libera sin orientación.
Colchón de tantas noches, amanecer también, con sol, con luna, con estrellas, con cielo, con infierno.
¡Alevosa mirada filosa! piel y piel, destino oscuro. El perdón, castigo para leales, gloria para impuntuales, vasija de esperanza, la esperanza tardía que por la lengua no llega
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