La tarde fresca me besa
abraza mi cuerpo entero
rosa mis labios su brisa,
y mis cabellos despeina.
Reluce y brilla la tarde
juguetona y zalamera
con ella mi pecho arde
renueva cada quimera
Quimeras, bellas quimeras
amor de niña, era aquel
que anidaba sin tristezas
en mis sueños de papel.
El mundo era tan sencillo
desde mis ojos de niña
utopías que adornaron
mis pensamientos un día.
Un día que ya no existe,
el tiempo lo fue borrando,
haciendo mis noches grises
mi corazón lastimando.
Y ahora mi dicha encuentra
el bálsamo que merece
en la tarde que me anima
y mi corazón reverdece.
- Autor: Maricel peña ( Offline)
- Publicado: 26 de marzo de 2018 a las 18:04
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 82
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